Existe un cuento del Libertador Simón Bolívar que quien sabe si sea verdad, pero bueno, ahí va: Era una de las pocas veces que pasaba el año nuevo en Caracas, junto a su hermana María Antonia, prepararían bollos y cordero guisado. La cena se oficiaría en la casa grande, habría invitados y posteriormente, un apropiado baile para recibir el año nuevo.
Esperando las campanadas de la Catedral que anunciarían la llegada del año nuevo, Bolívar levantó la copa con la sangre de Cristo y, -subido a un taburete- dijo: ¿Y en esta fiesta nadie baila?
¿Qué creían? No todo lo que se decía hace años era una frase célebre y memorable. Además, se dice que Bolívar era fiestero y sinvergonzón.
Que nunca nos falte la clave, ese tac-tac, tac-tac-tac que marca el camino de nuestros aciertos y errores. Que no se quede nada por aprender. Y que el balance cierre con más alegrías que tristezas, mejor salud y menos catarros, más amor y menos guerra.
Que nada ni nadie nos quite lo baila’o. ¡Feliz 2018 para todos!
Fotografía de @ccsxplore en Instagram