La mayoría de las veces, realizamos actividades, que son poco lucrativas, son actividades que nos gusta hacer, nos entretiene, que nos alimente el espíritu y el alma, son las que realizamos por vocación, como un maestro, que siempre terminará haciendo más de lo que le corresponde, por que la educación nunca se detiene, es un trabajo de día a día. De la misma manera sucede con el arte, los que trabajamos en ella, utilizamos un tiempo en el que podemos sentir que las horas pasa tan rápido como si fuesen minutos, esas son las actividades que nos alimenta el espíritu.