El Museo Sacro de Caracas anteriormente fue un cementerio que data del siglo XVII. Era época en que los miembros del ayuntamiento caraqueño toman la decisión de construir un campo santo anexo a la Catedral de Caracas. A finales del siglo XIX el cementerio fue clausurado por órdenes de Guzmán Blanco quien decide eliminar los cementerios ubicados dentro del casco urbano. En su defecto ordena construir el Cementerio General del Sur. Lo mismo sucedió con El Calvario de Caracas, que leímos en el articulo anterior. Aplicada esta medida se construye sobre el campo santo el Colegio Episcopal o Seminario Menor. Funcionó hasta la década de 1940, fecha en que pasó a ser ocupado por el diario La Religión.
Posteriormente es intervenido por el Estado con el fin de restaurarlo y convertido en el museo que conocemos actualmente. La construcción es medianera con fachada continua. Su planta, de forma rectangular, presenta un esquema de zaguán con patio central, cuyos espacios se organizan alrededor del mismo, delimitados por columnas y corredores. Su fachada presenta dos niveles divididos en dos zonas. El lado derecho presenta el acceso principal en arco de medio punto en planta baja. En planta alta, un vano de ventana también en arco de medio punto, todo ello enmarcado por pilastras con frontón circular con remate en cruz latina. En la zona izquierda se ubican dos vanos de arco rebajado. Los de planta baja son de puertas, y los de planta alta de puerta con balcones.
El Museo Sacro de Caracas fue declarado Monumento Histórico Nacional según Gaceta Oficial nº 32.281 con fecha 31 de julio de 1981.