“Quien te cubre, te descubre”. Este refrán tiene dos aplicaciones: la primera la de la verdad de que solamente se tapa lo desnudo, lo que esta descubierto, y señala que el deber también otorga un derecho. La segunda, porque al tratar de salvar u ocultar se debe conocer la causa y de esa suerte tener conocimiento o descubrir y saber lo que esta oculto.