“El que ofende escribe en agua, y el ofendido escribe en piedra; el que ofende se le olvida y el ofendido se acuerda”
“El que ofende escribe en agua, y el ofendido escribe en piedra; el que ofende se le olvida y el ofendido se acuerda”. Este refrán nos indica que el agraviado, por fuerza del rencor no lo va a olvidar tan fácil. Es una advertencia para no ultrajar y tener prudencia al actuar y a hablar.
En ese refrán se apoya el resentimiento y el odio. Los que ofenden, sea de palabra o acción, no suelen tener el coraje ni de reconocer lo que hacen y muchas veces se hacen los locos. Ignoran el efecto de su ofensa en el ofendido