Muchos comentan que el sitio que hoy conocemos con el nombre de “La Torre” fue señalado en el plano por Diego de Losada para construir una iglesia dedicada al apóstol Santiago.
De allí se proviene el nombre de “Santiago de León de Caracas”; Santiago por el apóstol; León por el imperio español y de Caracas como alusión aborígenes que habitaban los valles para aquella época.
La esquina debe su nombre a la Torre de dicha Iglesia, la cual aparece por los años 1665, con 150 pies de altura y 10 campanas muy.
Fue construida por el maestro de carpintería Juan de Medina, siendo víctima de varios sacudimientos telúricos; uno de ellos ocurrido en el año 1766 conocido como el terremoto de Santa Úrsula; que casi la derribó en totalmente.
Nuevamente sufre por el terremoto del 26 de marzo de 1812, día jueves santo que devastó a la Capital; inclinando la torre hacia el noroeste y partiendo su primer cuerpo de arriba abajo; enderezandose con el sacudimiento del 4 de abril del mismo año.
“La Torre” ha resistido las agresiones de la naturalez; siendo la edificación con mayor altura en la colonia, tal vez de allí proviene su histórico nombre y la costumbre de los que caminaban por allí de santiguarse; como símbolo de respeto al santísimo; viejas tradiciones que aún persisten, a nuestros días.
La Torre con su célebre reloj, seguirá marcando la vida de los caraqueños y de sus visitantes.
Texto e Ilustración: Jorge Rivas @donrefran