Entre las equinas de Pele el ojo y Peligro, se encuentra una historia que va relacionada en sus nombres. Como la gran mayoría de las esquinas en Caracas.
Por allá en el siglo XIX, en el lugar donde actualmente quedan esas esquinas, era un campo abierto con algunas casas rurales. Durante el día y a plena luz estaba a la disposición para que el ganado pastara.
El inconveniente venía con la noche ya que la zona era asediada por una banda de malhechores, que robaba a todo aquel que se atreviera a pasar por allí. Por ello que los vecinos comenzaron a llamarle “peligro”.
Posteriormente y no mucho tiempo después, un comerciante que logró instalarse en la zona, le dio como nombre a su establecimiento “Pele el ojo al peligro”. Con la finalidad de advertir a los transeúntes del riesgo que podían correr al pasar por aquella zona, y así estar alertas.
Texto e Ilustración: Jorge Rivas @donrefran