Cucuruteando ó curucuteando… Quien no ha escuchado esta palabra en cualauiera de sus dos formas y no sabemos su origen.
El verbo «curucutear», es muy venezolano, ha venido cayendo en desuso, lo cual es un poco lamentable, porque es un vocablo de una gran expresividad y de un evidente sabor criollo. Hasta un comercial realizaron con esta palabra, la curucuteadera de la Quinta Leonor…
El DRAE (Diccionario de la lengua española) define esta palabra de manera muy escueta, marcándola como un venezolanismo: «Hurgar en cosas propias o ajenas». El Diccionario de uso del español de América y España VOX lo registra como propio también de nuestra hermana Colombia, y definido con un poco más de amplitud: «Registrar o revisar, generalmente por curiosidad, objetos personales propios o de otras personas, o los lugares donde estos se guardan».
Sobre el origen de la palabra, el profesor Ángel Rosenblat, en su Buenas y malas palabras, ofrece una hipótesis que luce como muy completa y confiable. Se basa a la costumbre de los gallos y las gallinas de escarbar en la tierra buscando alimentos. Según, la forma original es cucurutear. Se menciona al respecto: «Sin duda cucurutear se aplicó primeramente a la actitud del gallo o la gallina que anda picoteando en el suelo en busca de granos u otros alimentos y llama con su cucuruteo a las gallinas y pollitos. Todavía hoy en algunas partes de los Andes venezolanos se dice que las gallinas y palomas andan curucuteando cuando escarban en el suelo haciendo ¡cucurucú, cucurucú».