La esquina de Maderero tiene ese nombre por voz popular, motivado a que en aquel sitio existió un gran depósito de maderas.
En tiempos viejos se levantó, el Teatro del Maderero, formado por cuatro paredes sin techo ni pavimento, con un andamio forrado en coleta y pintado en vivos colores, donde se representaban unas funciones llamadas Los Jerusalenes.
En ese entonces no había luz en la ciudad, la iluminación del espectáculo se hacía por medio de candilejas. Manuel León uno de los artistas que se hizo célebre en el Teatro del Maderero, representando a Cristo en La Pasión y Vicente Farfán, interpretaba a Pilatos.
Era costumbre que los artistas reclutados entre las gentes del mercado y los negocios, inventaran de su propio repertorio las palabras, pues no tenían tiempo de estudiar los papeles y también porque eran analfabetos.
De ahí que fuera tan divertido asistir al Teatro del Maderero, el primer teatro popular que se estableció en la capital.
Sin duda el viejo Teatro del Maderero fue lo que le ha dado mayor renombre a la esquina.
Texto e Ilustración: Jorge Rivas @donrefran